31.3.05

Los retos de la innovación

La innovación pretende ser la respuesta a un entorno que cambia continuamente y que cada día lo hace más deprisa. A estas alturas muchos negocios no tienen más remedio que hacer innovación para mantenerse en el mercado, tarde o temprano el resto también tendrá que hacerlo.
Comentar algunas cosas que parecen evidentes, pero que no lo son tanto:
  • La innovación debe ser continua, no basta con tener una buena idea y que tenga unos resultados buenos o aceptables. Incluso si se convierte en un gran éxito, tarde o temprano, las cosas cambiarán. Conformarse con lo conseguido es la mejor forma de quedarse atrás, y tarde o temprano, fuera del mercado. Por lo tanto, hay que tener presente que hacer innovación supone adquirir un compromiso que tiene muchas metas intermedias pero ninguna final. La innovación no es el camino para enriquecerse en poco tiempo y con poco esfuerzo (el llamado pelotazo).
  • Innovar no es sólo una idea, no es sólo la tecnología, hay que tener muy presentes a los clientes, a los usuarios. La idea o la tecnología son sólo algunos de los miembros de la ecuación, si se pretende sacar algo adelante sin tener en cuenta a aquellos a los que va dirigido, puede quedarse sólo en eso una idea, algo que no se sabe a quién puede interesar, o que realmente no interesa a nadie.
  • La innovación requiere de algunas aptitudes personales que hay que cultivar. Entre las más importantes estarían las siguientes: Creatividad, evidentemente tiene que haber ideas, por lo tanto no hay mucho más que decir. Curiosidad, por las cosas, por aprender, por estar al tanto de las novedades, no sólo en el campo que corresponda a cada uno, también de la actualidad en general, es importante conocer nuestro entorno, a las personas que lo componen, de hecho ningún saber está de más. Proactividad, hay que actuar, no se puede estar a la espera de que llegue algo del exterior que nos indique o facilite el camino. Hay que ser motores del cambio, no espectadores de éste.
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