El escaqueo de los 'trabajadores' del conocimiento

Como en ocasiones tengo que administrar sistemas y dar soporte a usuarios de equipos informáticos, con el tiempo uno identifica aquellas situaciones en las que los usuarios, normalmente los de siempre, achacan a los problemas informáticos el que no hayan cumplido con sus obligaciones en el trabajo.

Esta gente han descubierto un filón en la cantidad de pequeños problemas diarios que pueden darse con los ordenadores, impresoras, acceso a Internet, cuentas de correo, aplicaciones de todo tipo y hasta la fotocopiadora o el fax.

El que quiere hacer su trabajo y tiene un problema, lo plantea de forma franca, y espera que se pueda solucionar cuanto antes para poder continuar, aunque sea de forma provisional o cambiando la forma de hacer las cosas. Y si tarda en resolverse aprovecha el tiempo en otra cosa.

El que quiere eludir sus obligaciones, muchas veces ni siquiera dice en qué consiste el problema. Simplemente tiene un problema, lo ha intentado todo, y no hay forma de que funcione, por lo tanto no puede hacer lo que tendría que hacer. Y además, si no hace eso, ya no puede aprovechar el tiempo en ninguna otra cosa.

Otro circunstancia que delata a estos usuarios es que cuando el problema se resuelve no se ponen a trabajar (a pesar del fastidio que parecía producirles el problema), ya que mientras se resolvía, aunque fuese cosa de un minuto, les ha dado tiempo para encontrar otra ocupación: charla de pasillo, café (algunos son como los hobbits, desayunan dos y tres veces). Tienen claro que comunicar un problema les proporciona al menos media hora de escaqueo.

Por cierto, si escribo esto, tal día como hoy, es porque la incidencia de estas situaciones aumenta los lunes. Tendré que reducir mi carga de trabajo prevista para este tipo de días.