Compensado el cambio de tecnología
Encuentro muy interesante la información relativa a la aceptación de nuevos productos y servicios por parte de los usuarios. Creo que este interés viene de largo, en ocasiones cuando llega la publicidad en televisión me quedo viendo los anuncios (lo que ocasiona las consiguientes protestas). Los anuncios me resultan interesantes porque dicen mucho acerca de sus destinatarios: quiénes son, qué quieren/desean/necesitan, qué tipo de programas suelen ver, a qué hora, ..., o al menos éste es el conocimiento que tienen de ellos los publicistas, quienes deberían ir bastante encaminados, en parte les pagan para eso.
Un ejemplo es esta noticia en la que hablan de un estudio en el que indican que los móviles no sólo no perjudican al mercado de las cámaras digitales, sino que lo fomentan. Debo reconocer que en mi caso, y en el otra gente que conozco es así. Creo los móviles con cámara acercan la fotografía digital al usuario, le habitúan a ella, le permiten conocer sus ventajas, y con el tiempo le llevan a querer disponer de un aparato que ofrezca más prestaciones fotográficas, de almacenamiento, etc., que las que ofrecen los móviles con cámara. ¿No es esto similar a regalar el nuevo producto B cuando se compra el producto A de toda la vida?
El caso es que todo esto no hace más que reforzar la idea de lo importante que es conocer al usuario, en ocasiones mejor de lo que él mismo se conoce (un buscador web, o la compañía que nos proporciona la tarjeta de crédito, puede conocer algunas cosas sobre nosotros mejor que nosotros mismos), y que el desarrollo de productos y servicios debe estar guiado por el usuario, no por la tecnología.
En un comentario del post anterior Fernando ponía como ejemplo RSS, que ofrece muchas posibilidades para los que estamos habituados a usar un lector de feeds, pero que al ser una práctica aún minoritaría tiene pocas posibilidades, de momento, para ser aprovechado en el lanzamiento de productos o servicios que se basen en él y que quieran llegar a un público amplio. Si se identifica un servicio susceptible de ser ofrecido con RSS, pero el usuario al que se quiere llegar no lo suele emplear, habría que plantearse otras tecnologías, por ejemplo el SMS, y dejar el uso de RSS para una minoría de usuarios.
Al fin y al cabo se trata de llegar al usuario, de poner a su alcance el producto o servicio, y la tecnología es sólo el medio. De otro modo lo que habría que conseguir es que el usuario acepte tanto el producto o servicio como la tecnología, lo cual es mucho más difícil. Lo que interesa a los usuarios es el valor que le reporta lo que se le ofrece, no la tecnología en sí. Si es necesario un cambio de tecnología, que suele conllevar costes económicos, aprendizaje, nuevos hábitos, etc., y el valor que se le ofrece no es suficiente para compensar el cambio tecnológico, el usuario seguramente no aceptará el producto o servicio.
Un ejemplo es esta noticia en la que hablan de un estudio en el que indican que los móviles no sólo no perjudican al mercado de las cámaras digitales, sino que lo fomentan. Debo reconocer que en mi caso, y en el otra gente que conozco es así. Creo los móviles con cámara acercan la fotografía digital al usuario, le habitúan a ella, le permiten conocer sus ventajas, y con el tiempo le llevan a querer disponer de un aparato que ofrezca más prestaciones fotográficas, de almacenamiento, etc., que las que ofrecen los móviles con cámara. ¿No es esto similar a regalar el nuevo producto B cuando se compra el producto A de toda la vida?
El caso es que todo esto no hace más que reforzar la idea de lo importante que es conocer al usuario, en ocasiones mejor de lo que él mismo se conoce (un buscador web, o la compañía que nos proporciona la tarjeta de crédito, puede conocer algunas cosas sobre nosotros mejor que nosotros mismos), y que el desarrollo de productos y servicios debe estar guiado por el usuario, no por la tecnología.
En un comentario del post anterior Fernando ponía como ejemplo RSS, que ofrece muchas posibilidades para los que estamos habituados a usar un lector de feeds, pero que al ser una práctica aún minoritaría tiene pocas posibilidades, de momento, para ser aprovechado en el lanzamiento de productos o servicios que se basen en él y que quieran llegar a un público amplio. Si se identifica un servicio susceptible de ser ofrecido con RSS, pero el usuario al que se quiere llegar no lo suele emplear, habría que plantearse otras tecnologías, por ejemplo el SMS, y dejar el uso de RSS para una minoría de usuarios.
Al fin y al cabo se trata de llegar al usuario, de poner a su alcance el producto o servicio, y la tecnología es sólo el medio. De otro modo lo que habría que conseguir es que el usuario acepte tanto el producto o servicio como la tecnología, lo cual es mucho más difícil. Lo que interesa a los usuarios es el valor que le reporta lo que se le ofrece, no la tecnología en sí. Si es necesario un cambio de tecnología, que suele conllevar costes económicos, aprendizaje, nuevos hábitos, etc., y el valor que se le ofrece no es suficiente para compensar el cambio tecnológico, el usuario seguramente no aceptará el producto o servicio.
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