Servicios, no tecnología
Este titular 'Las personas mayores necesitan servicios, no tecnología' debe ser una máxima para cualquiera que desarrolle cosas basadas en la tecnología y quiera llegar a muchos usuarios (ancianos y no ancianos).
Sin embargo no resulta fácil, ni se suele tener presente. Los que nos dedicamos a la tecnología solemos estar tan encantados con ella, que en ocasiones pensamos que la tecnología por sí misma es suficiente para el usuario. Y no es así, porque aunque muchos usuarios puedan entender los méritos de una tecnología, lo que realmente quieren, y por lo que están dispuestos a pagar, no es la tecnología en sí, sino lo que ésta les permite conseguir. La tecnología no es más que una herramienta, un medio para algo.
¿Cuantas veces aparece una tecnología y se le trata de vender al usuario sin que éste sepa muy bien para qué la quiere? ¿Y el que la ofrece? ¿Tiene claro que ofrece algo más que tecnología? ¿Cuántas tecnologías fracasan debido a esto?
La formación técnica que se recibe pretende básicamente que se entienda la tecnología y se sepa hacerla funcionar. Pero, ¿qué hay acerca de saber usar la tecnología para ofrecer cosas que interesen a los usuarios? Para crear productos y servicios que sean de interés para sus usuarios y tengan aceptación.
Es complicado, pero simplificando es algo que pasa por conocer la tecnología, pero sobre todo a sus destinatarios, tener una idea, ponerla en marcha y hacerla evolucionar con la ayuda de sus usuarios. Y si no acaba de funcionar o no resulta viable, abandonarla (esto cuesta) e ir a por otra.
¿Cuál es el perfil profesional para esto? ¿Corresponde a un técnico, un comercial, ..., el jefe? ¿Debe ser un equipo multidisciplinar el que lo haga? ¿Nos encerramos en nuesto centro de trabajo y nos conformamos con la información que ofrece Internet? ¿Y si se sale? ¿A dónde o a quién se acude?
Hay algo más en este asunto que quiero comentar relativo a muchos de los proyectos de software libre, pero lo dejaré para un próximo post.
Sin embargo no resulta fácil, ni se suele tener presente. Los que nos dedicamos a la tecnología solemos estar tan encantados con ella, que en ocasiones pensamos que la tecnología por sí misma es suficiente para el usuario. Y no es así, porque aunque muchos usuarios puedan entender los méritos de una tecnología, lo que realmente quieren, y por lo que están dispuestos a pagar, no es la tecnología en sí, sino lo que ésta les permite conseguir. La tecnología no es más que una herramienta, un medio para algo.
¿Cuantas veces aparece una tecnología y se le trata de vender al usuario sin que éste sepa muy bien para qué la quiere? ¿Y el que la ofrece? ¿Tiene claro que ofrece algo más que tecnología? ¿Cuántas tecnologías fracasan debido a esto?
La formación técnica que se recibe pretende básicamente que se entienda la tecnología y se sepa hacerla funcionar. Pero, ¿qué hay acerca de saber usar la tecnología para ofrecer cosas que interesen a los usuarios? Para crear productos y servicios que sean de interés para sus usuarios y tengan aceptación.
Es complicado, pero simplificando es algo que pasa por conocer la tecnología, pero sobre todo a sus destinatarios, tener una idea, ponerla en marcha y hacerla evolucionar con la ayuda de sus usuarios. Y si no acaba de funcionar o no resulta viable, abandonarla (esto cuesta) e ir a por otra.
¿Cuál es el perfil profesional para esto? ¿Corresponde a un técnico, un comercial, ..., el jefe? ¿Debe ser un equipo multidisciplinar el que lo haga? ¿Nos encerramos en nuesto centro de trabajo y nos conformamos con la información que ofrece Internet? ¿Y si se sale? ¿A dónde o a quién se acude?
Hay algo más en este asunto que quiero comentar relativo a muchos de los proyectos de software libre, pero lo dejaré para un próximo post.
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